Me gustaría entender lo que le preocupa, descifrar por qué el tiempo y la distancia se han convertido en un estrago para aquel que siempre ha sido una aparición lejana; por qué teme no cumplir con las expectativas de alguien que lo sueña libre, ausente y distante, como siempre ha sido.
Desearía ser lo suficientemente hábil para descifrar el enigma de lo sutil y comprender las cosas que no son evidentes. No tener que recurrir a las certezas, que vuelven todo un absurdo y que me dejan frágil.
Quisiera no perder la fe y desprenderme del pasado. Pero mi subconsciente me engaña, me dice que usted nunca me daría la sorpresa de demostrar que a veces espera mi regreso. Me dice que mi curiosidad nunca moverá su calma, que usted no lanzará los dados ni dejará de temer, si es que al menos teme por mi.
Me gustaría saber lo que le preocupa, para ser yo quien pueda calmar sus miedos. Pero pedirle eso sería como pedirle que abandone su propio estilo, respondiendo a esas dudas que suenan desesperadas.
Desearía ser lo suficientemente hábil para descifrar el enigma de lo sutil y comprender las cosas que no son evidentes. No tener que recurrir a las certezas, que vuelven todo un absurdo y que me dejan frágil.
Quisiera no perder la fe y desprenderme del pasado. Pero mi subconsciente me engaña, me dice que usted nunca me daría la sorpresa de demostrar que a veces espera mi regreso. Me dice que mi curiosidad nunca moverá su calma, que usted no lanzará los dados ni dejará de temer, si es que al menos teme por mi.
Me gustaría saber lo que le preocupa, para ser yo quien pueda calmar sus miedos. Pero pedirle eso sería como pedirle que abandone su propio estilo, respondiendo a esas dudas que suenan desesperadas.
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