Sería mejor esperar y no seguir forzando al destino, sobre todo cuando la vida se traba y los intentos de engañar al universo terminan en frustración. Me siento frágil y no sé en qué me he convertido o en qué momento los espacios se fueron llenando de resignación.
Quisiera preguntarte lo que ya sé, pero no me atrevo.
Ya ni la lluvia me escurre de la tristeza de una vida que se ha vuelto gris y claustrofóbica. Ansiosa y desesperada, como muchas. Admitamos usted y yo, que aquí no se ha perdido el tiempo, como se ha perdido en tantos lugares.
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