Es difícil no tenerte presente y al mismo tiempo poder hacerlo. Por más que lo intento, en mis recuerdos ya no puedo dibujarte con toda tu complejidad. Sólo me queda una imagen fugaz, una risa del Chesire Cat que se forma y desforma en el umbral, una foto joven que me ve envejecer, subir y caer, en la inmovilidad. El viento que mueve el molino y me hace recordar, que alguna vez exististe. Que alguna vez, compartimos un momento.
Dos años en un pestañear
1 comentario:
que lindos post hay por aquí... Que sentidas y hermosas palabras!!..
te leo y me leo...
un abrazo Ann.
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