jueves, 16 de junio de 2011

Ruidos que dejan sordos

I

Hoy quisiera me sacudieras del polvo y la angustia de la calle. Me dieras un abrazo porque soy hormiga escalando una montaña. Sabes que trataré de esconderlo, pero así como trato de mantenerme en pie de piedra, algunas veces me hago polvo callado. Que a veces juego a volar alto y no soporto la caída. Y que no sé cómo hacerme de agua sutil y escurridiza.
II

Me atrevería a decir que las influencias a veces acaban traspasándonos, borrando nuestra esencia y enturbiando los orígenes. Me atrevería a decir que es fácil perderse. Que la relatividad es un escudo. Y a veces el ruido de las abejas nos deja sordos.

No hay comentarios: