miércoles, 30 de noviembre de 2011

No puedes herir a las piedras

Sólo queda la noche hueca, y la sensación de culpa cuando se deja de sentir súbitamente.Como una vez que se muere y se renace; y se perdona todo en el mismo instante en que se da la media vuelta. Una purgación y redención de la que se queda colgando sobre el vacío, cuando se vuelven poderosos los silencios. Sólo queda una sensación de culpa cuando se escucha el corazón por fuera de la piel, latiendo como una piedra.

No hay comentarios: