sábado, 25 de octubre de 2008

3:00 a.m.

Imagen: Piru Dominguez. Tinieblas.

Tener orígenes españoles me ha hecho convivir desde pequeña con el mundo de la superstición. Según mi abuelo, un gallego que tiene las mejores explicaciones y anécdotas para todo -podría incluso comprarlo con el personaje principal de Big Fish, sólo que en mi caso, sus historias son tan buenas que yo si prefiero creerlas-, el demonio convirtió las 3:00 de la mañana en su hora, para burlarse de la hora de la Virgen -las 3:00 de la tarde en consecuencia con la Santísima Trinidad-. A partir de esto, las peores cosas, las más insólitas y malignas ocurren a las 3:00 de la mañana.

Bien dice la tradición gallega:

"De las 12 a la una reina la mala fortuna,
de las 1 a las dos es la madre de Dios,
de las 2 a las tres deja la noche para quien es..."

Las llamadas de madrugada me erizan la piel: a las 3:00 de la mañana los locos salen a la calle y la violencia se apodera de la ciudad. No me extrañó encontrarme con tres hombres vestidos de blanco que enterraban a una gallina a las 3:00 de la mañana, un domingo de resurrección. Tampoco me sorprendió que una llamada a esa hora fuera consecuencia de un accidente de tráfico. Ni mucho menos ver cómo un par de hombres forzaban un candado, para desfalcar un taller en la subida de Los Naranjos. Quizás por eso, este fin de semana, después de llegar a mi casa y ver la hora, pude dormir al comprender por qué casi arrollamos a un caballo en medio de la carretera.

1 comentario:

Transeúnte de inframundos dijo...

Yo no tengo origenes españoles pero si llaneros donde también son superticiosos y aunque suene a lugar común de que vuelan, vuelan