Si fueran de colores nuestros días,
diría que te veo lejos en azul marino
como The Ship Song de Nick Cave
y el mar mezclándose con la noche.
Gris, cuando estás tan triste
que te pesa hasta el nombre
y la presencia lejana.
Tan triste como él, diría,
"Tan triste que no vales la pena", dirías.
Y rojo cuando estás tan vivo
que algo pasa, que es mágico
y la vida sucede, como dices,
y tu mirada vouyerista me atraviesa los huesos,
tan audazmente, que no logra quebrarme.