domingo, 22 de agosto de 2010

Sólo trato de explicar la indiferencia

Podría ser que el escudo ha ido creciendo, con él, contigo y con todos, y ahora los golpes pasan levecitos, como por debajo de la piel. Puedo hacer que no sé y ni siquiera pensar que no pasa nada, sólo sonreir un poco, dejar que la vida camine a su propio ritmo y pretender, siempre pretender que esos nada nunca duelen. Cuando sé, sólo yo, que se vuelven pequeños dolores en el pecho que se escurren con el agua y una buena siesta. Latidos que ya ni se escuchan y yo aquí tratando de explicar la indiferencia.

1 comentario:

Natalia Maggi dijo...

que se vuelven pequeños dolorcitos en el pecho que se escurren con el agua y una buena siesta.





BRAVO! :)