martes, 19 de marzo de 2013
lunes, 4 de marzo de 2013
Siempre me sentí ajena a los textos, donde enunciabas las cartas que guardaste sin siquiera abrir el sobre. Me sentía ajena a la posibilidad de dejarnos, repentinamente, sin mirar atrás. Creía con inocencia que nos mantendríamos dentro de nuestros días.
Y no sé si es que de un momento a otro dejamos de ser, eso que nunca estuve segura si alguna vez fuimos, pero que sin lugar a dudas, era algo.
Aún quedan cosas
Últimamente hablo menos y miro más. Veo las ventanas, sus reflejos y la gente que camina. En el mundo aún queda mucho por mirar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)