jueves, 11 de junio de 2015
miércoles, 10 de junio de 2015
No me gustan las tardes
No me gustan las tardes...
No sé por qué empiezo por allí después de tanto tiempo sin tomar una pluma para escribir algo... pero últimamente siento ansiedad en esas horas del día. Siento el encierro, el calor, la indecisión de no saber qué hacer. Las tardes me dan la sensación de estar esperando que algo llegue.
Quiero cerrar los ojos para que repentinamente sea de noche. Pero tratar de hacerlo no es más que una siesta temblorosa y un despertar desorientado. No hay atajos por las tardes. Hay que lidiar con ellas.
La noche en cambio, sí me gusta. La oscuridad y el aire frío. Salir a mi lugar secreto y mirar las estrellas por un rato. Saber que está terminando el día, mientras baja un poco la angustia y la ansiedad se desvanece con el sueño.
Quizás sea una negación el sueño. Y quizás no son las tardes en sí las que no me gustan.
No sé por qué empiezo por allí después de tanto tiempo sin tomar una pluma para escribir algo... pero últimamente siento ansiedad en esas horas del día. Siento el encierro, el calor, la indecisión de no saber qué hacer. Las tardes me dan la sensación de estar esperando que algo llegue.
Quiero cerrar los ojos para que repentinamente sea de noche. Pero tratar de hacerlo no es más que una siesta temblorosa y un despertar desorientado. No hay atajos por las tardes. Hay que lidiar con ellas.
La noche en cambio, sí me gusta. La oscuridad y el aire frío. Salir a mi lugar secreto y mirar las estrellas por un rato. Saber que está terminando el día, mientras baja un poco la angustia y la ansiedad se desvanece con el sueño.
Quizás sea una negación el sueño. Y quizás no son las tardes en sí las que no me gustan.
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