lunes, 24 de agosto de 2009
martes, 18 de agosto de 2009
Parece que nada ha cambiado
Parece que desde que te fuiste Caracas no ha cambiado. La gente se ha vuelto recelosa de su propia apatía y un día bueno es cuando el sol me quema las pecas y me encuentro llevando tres telas distintas y las uñas rojas. Parece que tus abuelos, nunca sabrán cómo huiste. Y que no hay suceso que haga caer las bombas para que explotemos todos, embobados, viendo como los edificios se desploman. Que no llegan más cartas y te burlas de nosostros con canciones y soplos. Que el cuarto está lleno de shots de tequila, postales, llaveros, juegos y libros, pero nadie se atreve a abrir la puerta que se llenó de polvo. Que el reloj no avanza repentinamente de las cinco hasta las ocho y las horas ya no parecen minutos por causa del placer. Que las canciones terminan y la segunda vez que las escuchas no es lo mismo. Parece que desde que te fuiste todo quedó igual, menos yo, que sobrevivo.
sábado, 15 de agosto de 2009
viernes, 14 de agosto de 2009
viernes, 7 de agosto de 2009
martes, 4 de agosto de 2009
Las luces del valle oscuro
Con el brazo apoyado sobre el vidrio, miraba fijamente a través de la ventana desde el puesto de atrás, mientras ellos conversaban sobre los viajes en mochila a lugares selváticos, los miedos adquiridos con la edad y alguna otra cosa que se debe haber desvanecido en el trayecto. Yo sólo veía las luces del valle oscuro a través del cristal, imaginando historias de la noche y tu cuerpo, diminuto por la distancia, inmerso en algún edificio, en algún automóvil o en alguna calle.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)