Con el insomnio solitario
y los insectos golpeándose contra la lámpara,
tu barba se siluetea oscura
detrás de las luces rojas.
Hermetismo de tu boca,
tu silencio es tu peor mentira,
un amante en el desierto,
mi escudo hecho cenizas.
La antesala del regreso.
Un agua que no corre,
un lobo que no ahúya,
las alas pintadas,
que se destilan por tu espalda.
La expresión de mis inquietudes.
Tu más sensual provocación
del sufrimiento.