jueves, 30 de abril de 2009

Encuentro Fugaz

Ella estaba entrando en el estacionamiento cuando él caminaba de regreso, volteó hacia su auto, la miró brevemente y le regaló una sonrisa. Ella se sonrojó y viró el rostro, tratando de que él no lo notara y continuó manejando para estacionarse.
No fue nada -pensó, tratando de evitar que la cabeza comenzara a darle vueltas con ideas románticas, como el amor a primera vista, que le era familiar de las novelas que leía.
No fue nada, estoy escuchando muchas canciones de Arjona - se dijo.
Al siguiente día, cuando entraba al estacionamiento, lo vio caminando de salida. Le dio un vistazo rápido y viró el rostro hacia el frente, tratando de disimular. Él siguió caminando y cuando creyó que no podía verlo, la miró de reojo con los ojos brillantes y sonrió de nuevo.
Ella se dio cuenta de la sutileza.
No fue nada - pensó otra vez- debe ser nuevo en la empresa. La gente que está llegando por primera vez a un lugar, siempre es más abierta a conocer a los demás, es más amable.
Aún no se ha contaminado con la rutina.
Por un momento, tuvo la idea de averiguar quien era, pero desistió.
Prefería el misterio de la vida que sucede por sí sola.
Un día, su jefe le pidió que bajara al sótano para recibir unos paquetes. Se montó en el ascensor con desgano y se fue al depósito.
¿Cuántos son?- Le preguntó al encargado.
69 empaques- respondió.
¿Hay espacio en el depósito?-
En la parte de adentro, pero no tengo las llaves. Las tienen los del piso de arriba. ¿Puedes subir a buscarlas? -
Está bien, ya regreso - dijo ella.
Una vez arriba, el gerente le pidió que no se preocupara. Los empleados de servicios buscarían las llaves y harían el conteo de los 69 paquetes. La chica salió de la oficina y caminó por el pasillo. Y entonces, lo vio entre la gente. Hizo como si nada y se dirigió hacia la puerta rápidamente, disimulando. Cuando puso la mano sobre la manilla, sintió una mano sobre la suya.
Disculpa - dijo él.
No te preocupes - respondió nerviosa. No se había dado cuenta de que seguía allí.
Se subió en el ascensor y marcó el piso 1. Él la siguió y se montó.
¿Vas para planta baja? - le preguntó.
No, para el piso 1.
Mientras bajaban hubo un breve silencio, pero la chica lo sintió eterno.
Cuando las puertas del ascensor estaban a punto de abrirse, una voz la sacó de sus pensamientos.
La semana ha pasado rápido, ¿no crees? - dijo.
A mi me pareció eterna -, contestó.
Entonces las puertas terminaron de abrirse, ella se bajó presurosamente y se fue a su oficina con paso acelerado.

Cuestionario emocional

¿Qué haces cuando te deprimes?
Duermo.

¿Qué haces cuando estás molesta?
Me aparto.

¿Qué haces cuando estás ansiosa?
Me arranco la pintura de las uñas.
Ordeno los objetos.
Me distraigo con otra cosa.

¿Qué haces cuando estás feliz?
Lo disfruto en pleno.

miércoles, 29 de abril de 2009

Imagen: Paris
¿Por qué no dejamos todo atrás y nos encontramos en París?

martes, 28 de abril de 2009

"Si bien el amor toma a la razón por su médico,
no la admite nunca por consejero."

William Shakespeare

Mitomanías

Estoy segura de que cuando insistes en que estás diciendo la verdad,
estás mintiendo.
De que cuando me juras que no volverás a mentirme,
estás mintiendo.
De que cuando me pides con desesesperación que confíe en ti,
sólo estás solicitando que crea ciegamente en tus mentiras.

¿Qué importancia tiene complacer cuando
ni siquiera sabes quién eres?
¿De qué te vale vale ser desleal con todos, hasta contigo,
cuando no tienes nada al final del día?.
Nada. Sólo las mentiras en las que crees.

viernes, 24 de abril de 2009

Si te fijas 2+2 no es igual a 4

tú (2) + yo (2) = nosotros (8)

Esta semana no he dejado de pensar en números.

En tres meses

Tres meses es el período de prueba de una empresa. Es el tiempo dentro de una relación, cuando el otro siempre parece perfecto, porque no han aparecido los conflictos. Es el momento cuando una mujer sospecha que está embarazada. Es una condena en prisión muy corta o un viaje a Europa muy largo.
Tres meses ya ... meses que nunca pararán de contarse.
Imagen: Nieve en Oviedo

Quimera

Entrada número 100
I
Cuando pienso en la nieve me siento como una niña. Imagino el blanco brillante, que resalta del azul marino del espacio y revivo la ilusión de querer conocer algo que nunca he visto en vivo. Como aquel entonces cuando ir a Disney parecía mágico, sólo de pensarlo.

II
Me gusta creer que me conoces sentada en la cama, como ahora, escribiendo en ese pequeño cuaderno que lleno con frases al azar. En cambio, a mi me gusta inventarte sentado en una taberna oscura viendo sonriente, desde la ventana, la manera en que cae el granizo.

III
Los sueños deberían ser parte de un mundo alterno, donde todos pudiéramos encontrarnos por las noches. Así podría decirte, por ejemplo: anoche te vi en el metro, no parecías tú, pero yo sé que lo eras. Me acompañaste a bajar las escaleras hasta que me dio sueño y me recosté de tu hombro, ¿lo recuerdas?.

lunes, 20 de abril de 2009

No te cambio por nada - Ricardo Arjona

A veces necesitamos llenarnos de cosas bonitas como esta...

miércoles, 15 de abril de 2009

"No hacer nada es una acción en sí misma"
V.C. - 13 de abril

No es necesario justificarse

No es necesario justificarse. Nadie tiene derecho de juzgarnos, aún cuando todos lo hacen. Ni siquiera vale la pena esforzarse tratando de recordar por qué tomamos cada decisión que tomamos, cuando realmente: ¿se puede resumir en una sola oración el motivo de comportamientos que mantuvimos por días, meses o años de nuestras vidas?.
No es necesario justificarse porque aún cuando se intente, nadie logrará entenderlo por completo; queda dentro de ti y de mi saber por qué se hizo lo que se hizo esperando que, al menos, el momento entre los dos haya sido compartido.
No es necesario justificarse para ser esclavos de nuestras palabras. Lo único que nos queda como escudo es decir: Tuvimos nuestras razones.

martes, 7 de abril de 2009

domingo, 5 de abril de 2009

La Desmoralización Colectiva

Al principio de la película The Doubt (2008), el padre Brendan Flynn, interpretado por Philip Seymour Hoffman, habla sobre la sensación colectiva que se vivió en Estados Unidos el día en que asesinaron al presidente Kennedy. Un hecho, como muchos otros en la historia, que dejó a la población completamente desmoralizada. Sin embargo, lo más relevante acerca del sermón que ofrece el padre Flynn, es que peor que sentirse desmoralizado colectivamente, sólo existe una cosa: "sentirse solo".
Los sucesos acarreados en Venezuela durante la semana pasada, me dejaron una sensación de desolación y desamparo, que a pesar de haber experimentado muchas otras veces durante estos diez años de mandato me hicieron sentir cada vez más cerca el plan de gobierno que tanto hemos temido. Sólo hace falta ver los hechos para predecir lo que está a punto de hacerse realidad:
-La sentencia de 30 años que condena a los 8 agentes metropolitanos, que estuvieron presentes en la marcha del 11 de abril.
-La amenaza de persecusión política, que no será ficción para Manuel Rosales, Antonio Ledezma y el resto de los representantes de la oposición.
Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que nadie se vaya de vacaciones. No es casualidad que las peores noticias que recibimos como ciudadanos, en su mayoría, nos sean transmitidas, precisamente, días antes de que se inicien las festividades, cuando todos viajan para la playa y nadie está pendiente de hacer algo.
No hay excusas válidas para no manifestar nuestros derechos y opiniones, no importa si estamos solos o cansados, lo que hagamos ahora quedará para la historia, para nuestro país y sobre todo para nuestras conciencias. La desmoralización debe ser colectiva y debe acarrear algo: acciones.
Por último, quiero compartir este artículo de Eugenio Marínez, que espero sirva como reflexión: 30 años de condena para los comisarios y usted en la playa.

4.2

Caracas tiembla...